De chamucos, fobias y otros demonios
Publicadas por Les yeux noirs , lunes, 27 de septiembre de 2010 4:29 p.m.
Antes de hacer este post lo pensé dos veces porque si de por si normalmente cuando escribo en mi blog me encuero (es decir, digo mucho de lo que pienso y creo, no es que escriba en canicas) este post todavía apoya más esa tendencia y les voy a dar alguna información sobre mí que a lo mejor no quisieran tener.
Por lo general los temas de los que escribo llegan por si solos y éste no fue la excepción, viendo ayer la película “500 days of Summer” (quien no la ha visto discúlpeme porque voy a hacer referencias a ella) donde una mujer es potencialmente incapaz de comprometerse con un hombre PERO finalmente llega una persona con la que se da cuenta que puede hacer tal compromiso y pega el brinco…dejando a un pobre incauto con el corazón roto…bueno esa sesión de películas precedida de un ataque de ansiedad y desesperación por no poder dormir me pusieron a pensar en todas esos pequeños (o enormes) traumas, tristezas, fobias e incluso demonios con los que todos hemos lidiado desde niños y que nos han perseguido (en algunos casos) toda la vida.
Miedo se puede definir como: La sensación de alerta y angustia por la presencia de un peligro o mal, sea real o imaginario…sin embargo muchas veces lo que sentimos no es sólo el miedo, es el recuerdo de ese sentimiento, es el miedo por el miedo vivido, que se convierte muchas veces en fobia, trauma o algo más (los seres humanos somos muy mañosos, no hay vuelta de hoja)
¿Qué quiero decir con esto? Obviamente cuando crecemos muchos de nuestros miedos y fobias van desapareciendo, es un proceso normal en el cual el entendimiento y raciocinio juegan un papel bien importante y nos dicen ¡No vale la pena temerle más a esto! ¡Es ridículo!...bueno pues aprovechando el tema y con ganas de que me conozcan más (si, ¡más!) y de hacer un inventario personal de las cosas con las que mi mente lucha día a día (y con la noble intención que alguien se identifique y podamos platicarlo), a continuación hago una lista de mis antiguos, no tan antiguos y nuevos demonios (algunos de ellos ya se fueron, otros aquí andan merodeándome)
Trataré de hacerlo por orden cronológico pero no es tan fácil, así que si se me viene algo a la mente lo voy a escribir como llegue, espero me tengan paciencia…
- Nunca en realidad le tuve miedo a lo paranormal, a decir verdad el tema me fascinaba, recuerdo ser muy niña e ir a Videocentro con mi hermana, cada vez decidíamos por un género en particular de películas y las veíamos TODAS, así vi todas las secuelas de “Pesadilla en la calle del infierno”, “Viernes 13”, “Halloween” e incluso otras más ridículas como la mancha voraz, los tomates asesinos, entre muchas otras…Sin embargo recuerdo que una vez (aún compartía cuarto con mi hermana) soñé que me despertaba, estaba en mi cuarto, todo igual, mi pijama era la misma con la que había dormido…sólo que en medio de la cama había una calabaza, precisamente de Halloween, incendiándose…creo que me desperté llorando, recuerdo que mi hermana me confortó…creo que este sueño vino de ver la película del “Jinete sin cabeza” de Walt Disney…pero les confieso algo…hoy en día hay algo acerca de las calabazas de Halloween (no necesariamente incendiándose, pueden tener una sola velita dentro) que hace que se me ponga la carne de gallina…¿Raro no?
- Nunca le he tenido miedo a la oscuridad…sin embargo recuerdo que en mi casa (en Tampico) cuando bajaba por un vaso de agua a la cocina y subía las escaleras las subía corriendo, sentía que alguien desde la sala me veía (obvio no, ESPERO QUE NO)…ese miedo se me quitó hasta que sufrí algunas experiencias (no sé si paranormales o fueron sueños, no voy a adentrarme en el tema) y desde entonces (SI, DESDE ENTONCES) cuando voy a mi casa de Tampico en mi cuarto duermo con la luz prendida…no es un terror a la oscuridad, es miedo a mi cuarto, punto.
- Los payasos…miedo inexplicable por lo menos hasta donde recuerdo…puede que haya tenido que ver el video de Mecano “Hawái-Bombay” (¿Lo recuerdan?, unos mimos pasados de lanza atacan a una pareja…) entonces hoy en día los mimos y los payasos me causan TERROR…es más creo que tengo Coulrofobia (fobia a los payasos). Cuando los veo no quiero ni que se me acerquen, ni caminar cerca de ellos, es más no me gusta ni verlos…(si tienes fobia a algún tipo de persona, objeto o situación y te interesa saber más checa aquí, diccionario de fobias http://www.fobias.net/)
- Luego creciendo mi familia (más bien mis papás) discutían mucho (antes de divorciarse) toooooooooodo el tiempo gritaban, y gritaban muy fuerte…llegó un punto en el que yo los escuchaba gritando y empezaba a sentir angustia (reflejos condicionados de Pavlov) y cuando me asomaba me daba cuenta que estaban gritando porque uno estaba en el primer piso de la casa y el otro en el segundo y hablaban sobre cotidianidades…Hoy en día no soporto los gritos, es más, si alguien está en mi cuarto y empieza a hablar a un volumen que para mi sea considerado más alto de lo normal, le pido 1. Que se vaya 2. Que le baje dos rayitas…no hay de otra.
- Después oh si…el miedo a los aviones, a volar…ese miedo (como lo explico en otro post anterior) no sé cómo nació…en realidad como ya les había platicado, a mi de niña me gustaba volar, sin embargo llegó un momento en que 1) Empezaba a pensar (ya en el aire, estúpidamente) que si me quería bajar no podía, entonces empezaba a angustiarme por esto: “Si me quiero bajar, no puedo…¿Qué diablos voy a hacer si me quiero bajar?” …tremenda tontería…por otro lado, cualquier turbulencia me hacía pensar que el avión en definitiva se iba a caer, entonces empezaba a hiperventilar, las manos me sudaban, me daba taquicardia…no menos de dos veces el pobre compañero de asiento se tuvo que cambiar porque lo (o la) estaba poniendo nervioso…Sin embargo dicen (dicen porque yo no soy psicóloga y sinceramente no lo sé) que el miedo a volar se debe a otros miedos subyacentes, o sea que si te encuentras en un estado de ansiedad, tristeza, nerviosismo, cualquier cosa que pase cuando estás volando se magnifica.
Afortunadamente este miedo lo superé, y no tuve que hacer ningún ejercicio relacionado con volar ni repasar los factores que lo hacen el medio más seguro de transportación. Más bien tuvo que ver con que acomodé muchas cosas en mi vida, problemas familiares, con amigos, etc. y ¡Eureka! El miedo desapareció (sin embargo sé lo terrible que es, si les interesa saber más chequen éste blog…http://miedo-volar.blogspot.com/ )
- Otros miedos que sufro provienen de pasarle el volante (literal y metafóricamente) a otras personas, esto es, 1ero Prefiero manejar yo y asegurarme que voy a llegar sana a mi destino (sé que muchas veces no depende de mí, sólo les platico como funciona mi cerebro) por eso miles de veces que voy en el carro con mis amigas dicen que soy insoportable…que me la paso pidiéndoles que frenen, que aceleren, que rebasen 2do Me pasa lo mismo cuando tengo responsabilidades, no soy buena delegando, me da miedo que las cosas no salgan como deben…o sea que al final del día puedo decir que mi miedo es a perder el control…terrible porque una persona que es control-freak se hace daño a si misma (porque se cuelga todas las responsabilidades…y obvio culpas si las cosas no salen bien) y normalmente suele ser insoportable con otras personas…
- Éste otro miedo va a sonar cliché, pero desafortunadamente es real, lo siento y creo firmemente que con el tiempo se me va a quitar...el miedo a enamorarme de más, a entregar y quedarme colgada, a perder mi individualidad, a comprometerme tanto que mis metas se me olviden, a enrolarme tanto en la vida de alguien que mi proyecto de vida pase a segundo plano…Me transporto a una situación así y siento pavor. Y no me malentiendan, me gusta la vida en pareja, sin embargo tengo tan claro el lugar en el que tengo mi propia libertad e individualidad que el pensar en tener que modificar mis hábitos, costumbres y futuro me aterra…Además, como buena hija de divorciados, me da miedo casarme, no soy muy partidaria del matrimonio…creo que en algunos caso el matrimonio va en detrimento para la pareja. Pero OJO…cada quien habla de cómo le fue en la feria…y el que se quema con leche…hasta al jocoque le sopla.
- El último del que voy a hablar hoy y creo yo que el más orgánico de todos es el miedo a enfermarme, a enfermarme de manera lenta y fatal de tal forma que esperar mi muerte sea dolorosísimo, obvio me gustaría que mi muerte sea como todos lo deseamos “Morir rápido y mientras duermo”…pero la verdad es que nadie sabe cómo y en qué momento le va a tocar…Dejando a un lado el miedo a una muerte dolorosa….me da miedo también morir pronto, me da pavor el dolor de mi familia ante la pérdida prematura de una hija y/o hermana, por otro lado hay tantas cosas que quiero hacer, que quiero vivir, que la muerte pronta no resulta una opción atractiva (creo que para nadie)
Estos son algunos que enumero y no enumero más no porque no haya, si no porque no vaya a ser que de tanto recordarlos me vaya a mí a dar algo ahorita. Pero acordémonos de algo, cuando nuestros miedos tienen que ver con inseguridades (hablar en público, decir lo que pensamos, marcar límites) lo único que hacen es retrasar nuestro crecimiento por lo que es necesario identificarlos y afrontarlos. Aún odiando la tauromaquia la frase “Al toro por los cuernos” es parte de mi repertorio diario. Les dejo aquí una página de psicología que encontré “Los miedos y cómo superarlos” por si a alguien le interesa puede consultarla: http://www.psicologiayautoayuda.com/2009/07/como-superar-los-miedos.html
Todos los miedos, fobias y mañas son tan variados y distintos como la humanidad misma, es el laberinto y los recovecos que nuestros pensamientos quieren esconder, nuestras vulnerabilidades y para muchos, el territorio desconocido que no queremos recorrer, pero que la final del día, nos recuerdan lo humanos que somos y lo inmensa y compleja que es la vida misma.
Les dejo esta reflexión:
El futuro tiene muchos nombres: para el débil es lo inalcanzable, para el miedoso, lo desconocido. Para el valiente, la oportunidad.
Victor Hugo.
Interesante, sin lugar a dudas, porque compartes tu situación en cada caso y, a la vez, seguro pones a pensar a muchos en sus propios miedos.
En mi caso creo que no hay mucho que aportar, pienso en mis miedos tanto como en mis pasiones... o sea, nada, solamente las dejo fluir cuando se presentan.