Estos últimos días he estado pensando (siempre pienso, pero en este tema últimamente más que de costumbre) en el olvido y la memoria… ¿Por qué algunos de nosotros recordamos todo? ¿Por qué otros parecen no recordar nada?, ¿Por qué otros recuerdan sólo ciertos hechos en particular? (y hasta pareciera que sólo lo que les conviene)...
Sé de antemano que existen distintos tipos de memoria, investigando al respecto encontré esto:
Memoria sensorial
Es como una cámara fotográfica. Toma una instantánea de lo que ve, oye, huele, saborea o toca. Durante una fracción de segundo el cerebro absorbe todos los aspectos vía sensorial…típico “huele como a la casa de mi abuela”…”A ti te he visto en algún lado”, “Esa canción me suena”, y otros recuerdos de ese tipo.
Tipos de memoria sensorial
La que procede de los órganos de la visión, es conocida como Memoria Icónica. Aparentemente, las imágenes icónicas desaparecen más rápidamente que las que provienen de nuestros oídos, conocida esta como memoria ecoica. Las imágenes ecoicas duran un poco más.
Sin embargo aquí yo hago pausa, también existe la memoria del tacto, la memoria del tacto es la que en mi caso particular perdura más, sé exactamente que se siente tocar el brazo de mi mamá (aunque pasen más de dos meses sin verla), recuerdo mucho el roce de una mano que hace mucho tiempo no está presente, la memoria táctil permite reconocer objetos al tener contacto con ellos y poder describir sus características como la superficie del objeto.
Memoria a corto plazo (MCP)
La memoria a corto plazo es nuestra memoria de trabajo, nuestra memoria activa que contiene la información que estamos utilizando en este momento.
Características de la memoria a corto plazo
La memoria a corto plazo decae rápidamente y se olvida en 15 o 20 segundos (o sea que hay que hacer un extra esfuerzo por tratar de recordar esta información, en caso de querer conservarla)…El repaso ayuda a mantener el materia en la memoria a corto plazo, repasando será capaz de mantener el material durante más tiempo. Cuanto más lo repita, más lo recordará.
Memoria a largo plazo
La memoria a largo plazo (MLP) es un almacén al que se hace referencia cuando comúnmente hablamos de memoria general. Es la estructura en la que se almacenan recuerdos vivos, conocimiento acerca del mundo, imágenes, conceptos, estrategias de actuación, etc.
Pero…si nos ponemos a pensar (o al menos que esto me suceda sólo a mi) mis recuerdos más vívidos (de la infancia, adolescencia), aquéllos donde recuerdo que ropa traía puesta, a que olía el lugar donde estaba, los gestos de las personas que me rodeaban, una infinidad de detalles, tienen que ver desafortunadamente, con malos momento vividos.
Una vez mi ex terapeuta me dijo: La vida del ser humano es un línea recta ascendente, el ser humano estuvo hecho (en su totalidad, o sea al nacer, sin haber sido dañado aún) para vivir en felicidad, sin embargo cosas malas suceden y se van marcando, son como nudos en esa línea recta, por eso los recordamos más…tiene sentido.
Yo tengo una pariente (muy cercana) que normalmente no recuerda nada, bueno, voy a ser justa, recuerda muchas cosas, pero en la misma medida ha olvidado muchísimas. Me dice que en su “CPU” no hay espacio para porquería, entonces ella recuerda lo que quiere (y lo que no, pos no) y esto lo hace inconscientemente, pero al mismo tiempo su cerebro parece que tuviera procesos muy arbitrarios… lo cual a mi me parece fascinante, por otro lado creo que en su intento por borrar recuerdos “incómodos” ha tirado también otro tipo de información (lo que hace que me cuente las cosas una y otra vez, como viejito).
¿Cuántas veces hemos vivido días que quisiéramos recordar por siempre? Y a su vez momentos que quisiéramos borrar de nuestra mente por completo…desafortunadamente muchas veces no podemos escoger con que recuerdos quedarnos (aunque en algunos casos la gente tiende a bloquear eventos traumáticos). Ojalá pudiéramos pedirles a nuestras neuronas que detuvieran la sinapsis en ciertos momentos, para no guardarlos nunca… y que crearan lazos fuertes para no perder aquéllos eventos que nos hicieron ser inmensamente felices aunque fuera por minutos.
Los procesos cerebrales (mezcla de mente y emoción, alma y raciocinio) siguen siendo un misterio hasta para los más educados en la materia, aún más para mí (ya que este aún no es mi campo)…
Por otro lado, y esto es por experiencia personal, tal parece que los procesos de memoria entre los hombres y mujeres son totalmente distintos. Mientras nosotras nos acordamos exactamente (de nuevo no todas las mujeres), con puntos y comas, qué dijimos, en dónde estábamos, qué cara tenía el tipo mientras se lo decíamos, lo que comimos ese día…Los hombres (muy simpáticos) suelen no recordar NADA, de todo esto…
Esto me ha llevado a pensar que entre más concisa soy, más claro recibe el mensaje mi interlocutor (cuando es hombre, con mis amigas puedo entrar en detalles y todas los disfrutan y los comentan igual que yo), sin embargo me he dado cuenta que cuando estoy en una conversación con un hombre (no con todos, de nuevo, no generalizo) llega un momento que en vez de escuchar mi voz oyen gaviotas…y ahí ya la conversación ya se perdió, y obviamente en la memoria (de él) no quedó recuento alguno de haber tocado ese tema.
Muy caprichosa nuestra amiga la memoria, recuerda números y la peor pelea entre nuestros padres, nuestro primer beso, y qué se sintió recibir nuestra primer quincena…otras veces nos deja sin rastro de algunos momentos que nunca hubiéramos querido se nos fueran de entre las manos.
Reflexión:
Cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa.
Arthur Schopenhauer
¿Qué opinan?
No me hagas mucho caso, pero en alguna ocasión leí de un estudio que el síntoma de "no escuchar" que caracteriza a los hombres, se debía a algo en la voz femenina (de nuevo, no me creas a mi, pero no recuerdo donde lo leí). Asi que, puede ser que estén en lo correcto, no siempre las escuchamos... Sé que el tema principal, no es este, pero me hizo sonreír tu frase "muy simpáticos" entre paréntesis...
...no que me suceda mucho, tampoco vayas a creer...