La verdad irrefutable.
Publicadas por Les yeux noirs , jueves, 7 de abril de 2011 9:55 p.m.
Ojalá hubiera una forma más poética de hablar de esto, sin embargo, por más que pienso no puedo encontrarla. Desde que empecé a escribir traté de mantenerme alejada de ciertos temas que sabía podían tocar fibras frágiles, nunca fue mi intención hacerlo. Creo firmemente en el derecho que todos tenemos de pensar, creer y actuar como decidamos hacerlo.
Muy a pesar de lo anterior aquí hay una verdad que no puede ocultarse; las personas somos cada vez más cínicas, cada vez menos involucradas, cada vez más indiferentes y cada vez menos empáticas...no podría haber llegado esto en peor momento ya que mientras nuestra sociedad (y no sólo hablo de mi país: México, sino de una pandemia) se muestra cada vez más inmutable, nuestros problemas empeoran (así como los de nuestro planeta y medio ambiente).
Veo como muchos critican (la mayoría de las veces sin fundamento) a la gente que ayuda, a la gente que está ahí, a los que yo llamo, activistas de patineta.
¿Por qué de patineta? Por qué es gente que trabaja, o que estudia, gente como tú y como yo, gente que independientemente de sus actividades cotidianas hace la diferencia, la diferencia así como puede, desde su trinchera, a veces una trinchera muy pequeña, pero siempre efectiva.
¿Les cuento algo que me enorgullece?...
Conozco a una mujer que a los diez años vacunó a todo su pueblo contra la polio, evitando así que la enfermedad se propagara.
Conozco a un hombre que a los 15 años trabaja y estudiaba, sacando a sus ocho hermanos y a su madre alcohólica adelante, hoy es un gran médico…en ocasiones sus pacientes le pagan con gallinas, o tamales, a él no le importa.
Conozco a una mujer que comenzó una campaña ya que su ahijada de 4 años tiene cáncer, la campaña tomó tal fuerza que logró conseguir ayuda gratuita para la niña.
Conozco a una mujer que no puede ver un animal callejero porque se baja de su auto, lo recoge y lo lleva a una casa de adopción (esto sin contar los otros tantos que ya tiene viviendo en su casa). Aún hoy, embarazada, continúa haciéndolo.
Conozco a un hombre joven que tiene a su madre enferma de cáncer, él trabaja y aun así la cuida, la lleva al hospital, está a su lado cuando lo necesita…no porque debe hacerlo, sino porque él así lo quiere.
Conozco a una pareja de casados que aman tanto a los animales que crearon una fundación. Hoy, gracias a ellos, perros y gatos son cuidados, esterilizados, reciben ayuda médica gratuita y aun después de todo esto les encuentran un hogar donde los quieran como merecen.
Conozco a una mujer que sola, durante el huracán Alex en Nuevo León, se encargó de juntar donaciones con amigos y conocidos, los clasifico en paquetes de ayuda y los fue a entregar a las zonas más afectadas de García, uno de los municipios más afectados del Estado.
Conozco a un hombre que se dedicó a crear listas de donadores de sangre en TW que hoy son punto de referencia para quienes tienen una emergencia médica e inclusive para las Instituciones encargadas de conseguir sangre.
¿Conoces gente así? Entonces sabes a lo que me refiero, la admiración que provocan, la humildad que te llena al verlos actuar. ¿Conoces gente con problemas mayores, casos más conmovedores, historias más humanas? Yo también.
¿Quiénes son ellos? Son personas normales, son posiblemente ustedes que me leen, gente que no se deja intimidar por aquéllos que les gritan “Así no vas a cambiar el mundo”, gente que no les importa cuando otros se burlan de ellos llamándolos activistas de manera despectiva.
Una cosa es que no hayamos visto el dolor, otra cosa es que volteemos la cara hacia otro lado para no verlo, otra es escondernos de él…
La libertad que la mayoría gozamos incluye no hacer absolutamente nada por nadie si eso es lo que quieres y no lo consideras necesario…inclusive tienes la libertad de burlarte si así lo prefieres, nadie te quita tu derecho a estorbar si así lo deseas.
Hoy a mis 30 años sé que hay ínfimas cosas que no conozco, que puedo mejorar, hacer o dejar de hacer… ojalá nunca piense lo contrario, ojalá nunca crea que por tener 30, 40, 50 u 80 años sé algo del mundo y comprendo la vida.
Yo no soy católica y para mí tratar de ser mejor persona no tiene relación con la afiliación religiosa de nadie. ¿No crees en Dios? Bien. ¿No eres religioso? Perfecto. ¿Crees que el karma no existe? No hay problema. Aun así existe la verdad irrefutable… ¿Eres humano?...
¿Cómo te convenzo de que eres humano?
Duro macizo y a la cabeza .