Inflexiones.
Publicadas por Les yeux noirs , miércoles, 17 de agosto de 2011 6:56 a.m.
Así como hay escritos que prácticamente aparecen aquí por sí mismos, hay otros que simplemente no se dejan. No es falta de ideas, más bien una sobredosis de ellas. Ahora que finalmente escribo lo hago como en otras ocasiones, por necesidad.
Cerré mis ojos y lo primero en lo que pude pensar fueron cuatro conceptos: “cambios”, “ciclos”, “punto de inflexión” y “adaptación”
Investigo:
Cambio – Acción o efecto de cambiar. Ha referencia a DEJAR UNA COSA O SITUACIÓN PARA TOMAR OTRA…”El cambio es el aspecto más importante de nuestra existencia porque es a través de él que llegamos a ser lo que somos en cada momento…”
Luego busqué:
Ciclo – Del latín cyclus, un ciclo es un periodo de tiempo que, una vez finalizado, vuelve a empezar (lo primero que se me viene a la mente es el ciclo de lavado).
Punto de inflexión - Punto de cambio, concretamente en cálculo es el punto de cambio de concavidad a convexidad. En inglés se utiliza la expresión turning point. Cuántas veces en una situación, llegamos a un punto en la vida, en que haciendo algo "de hoy en adelante eso cambiará tu vida". Entonces en relación a esa situación podemos decir que hemos tenido un "punto de inflexión”.
Sigo leyendo y me encuentro con Darwin: “La especie que sobrevive no es la más fuerte, ni la más inteligente, sino aquélla con mayor capacidad de adaptación”.
Cuatro conceptos bien ligados. ¿Por qué pienso en ellos precisamente ahora? Porque pronto, de hecho muy pronto, cambiaré de profesión. Este cambio yo lo busqué y yo lo acepté.
Habiendo dicho eso, es un cambio que me está resultando difícil, más difícil de lo que creí, sin embargo seis años, por muchos o pocos que parezcan, son para mí suficientes para sentir muchas emociones. Emociones que, francamente, había querido dejar a un lado hasta que ayer en medio de un masaje “relajante” me puse a llorar cuando escuché una canción de Enya que sonaba de fondo. Sí, leyeron bien, era un masaje y sí, así es, lloré con Enya.
Otros eventos para tomar en cuenta han sido las “dolencias” físicas que he presentado durante los últimos quince días: migrañas, asco, insomnio (sí, más), alergias y la cereza en el pastel, dolor de riñones. Parecieran los efectos secundarios de algún medicamento infame, sin embargo sé que muchas, si no todas, son claras consecuencias de mi despedida.
Es bien difícil aceptar cuando un ciclo terminó, esta situación al ser identificada normalmente te puede llevar por dos caminos: 1. Hacerte guaje y continuar con tu situación actual, aún sabiendo que ya no debería ser, o sea, forzándola 2. Hacer un cambio. Yo me decidí por la segunda, ciertamente no la más fácil, sin embargo confío en mi juicio, creo que el cambio me traerá cosas buenas.
Leí alguna vez que el ser humano tarda dos semanas en adaptarse a cualquier entorno, circunstancia y/o contexto, ¿Será cierto? Ciertamente yo nunca he medido mi periodo de adaptación a nada.
“La capacidad de adaptación al cambio es proporcional a la madurez emocional del individuo”, suspiro y pienso en muchas cosas…seguramente me adaptaré pronto a mi nueva vida laboral, ciertamente cualquier experiencia te llena de nuevos aprendizajes y esos te los llevas tú, así como las relaciones humanas que desees conservar y que fueron adquiridas durante esa experiencia. Si todo esto es verdad y yo lo entiendo (y ustedes que me leen de seguro también), la ansiedad, el insomnio, el dolor de espalda y demás achaques previamente mencionados ¿Qué hacen aquí?
Seguramente conforme pase el tiempo las cosas se irán acomodando. “Las cosas” tienen la tendencia a hacerlo. En el inter…en el inter les escribo con unas pastillas de melox a mi derecha y un bote de lonol a mi izquierda.
Me deseo a mí misma éxito en este nuevo proyecto, le hago otro hoyito al cinturón y “me los amarro bien” como diría mi padre, me dejo llorar a ratos y me consiento mucho. Me veo en el espejo y me dijo “todo va a estar bien”, seguramente así será.
Todos nos resistimos al cambio y aunque lo entendamos a nivel intelectual, el subconsciente siempre hace de las suyas y nos somatiza esos miedos para que no se nos olvide que están ahí. Pero tienes razón en lo principal: los cambios son buenos, y estoy segura, de que todo irá bien para tí en el nuevo camino profesional que vas a emprender.
El hecho de que lo escribas te está ayudando en el proceso de adaptación, que como ahora bien sabes y bajo el concepto Darwiniano, significa que estás evolucionando... estás en el proceso de ser una mejor versión de tí misma cada vez. ¡Bravo!